Nuestra historia comenzó en África. Allí podemos encontrar restos de los tres primeros miembros de la familia del ser humano: el Homo Sapiens, nuestro antecesor de hace 200000 años, con mismo aspecto y cerebro similar; el Australopithecus Afarensis (4000000 años), con poco cerebro que se irguió y camino a dos patas; y el Homo Erectus (1800000 años) con el cerebro más grande y creador de herramientas con capacidad de dominar el fuego.
En los años 70, se realizaron búsquedas de fósiles de simios con el cerebro más grande que pudiera ser la primera especie que se separó de los primates y comenzó la evolución del ser humano, cuyo primer rasgo definitorio es el bipedismo. Se encontraron fósiles de Australophitecus Afarensis, que caminó erguido, sobreviviendo por instinto y pudiendo manejar cosas y alimentos gracias a la liberación de las manos. Tenía buen oído y vista más desarrollado que el olfato, similar a nosotros, pero aún así teniendo muchas diferencias en comparación al ser humano. En Tanzania, debido a cambios climáticos se han podido encontrar huellas de Australophitecus Afarensis, que nos permiten calcular su medida, revelan parte de su comportamiento, que andaban erguidos y en grupos pareja y en una dirección. Además, la forma y separación entre huella y huella nos permiten saber cómo se mueven.
TAREA 2: Características psicoevolutivas más importantes de nuestros ancestros: Homo Afarensis, Homo Erectus, Homo Habilis, Homo Sapiens… Elabora un cuadro resumen de sus principales características.
HOMO AFARENSIS
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· Caminaban erguido y sobre dos patas
· Capacidad craneal menor (374 a 550 centímetros cúbicos)
Diferencia física entre machos y hembras muy marcada
·Debido al tamaño de sus dientes, su cara era bastante grande y se
proyectaba delante del cráneo
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HOMO ERECTUS
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· Robusto y con una altura elevada de hasta 1'80 cm
· Poseían una fuerte mandíbula sin mentón
· Dientes relativamente pequeños
· Utilizaban herramientas tales como
cuchillos, martillos, puntas...
· Se cree que descubrieron el fuego.
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HOMO HABILIS
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· Cráneo más redondeado
· Incisivos espadiformes (Uso de cortar)
· Ausencia de diastema (pequeño espacio entre los dientes)
· Gran capacidad craneal (650 m3)
· Tiene un aspecto más humano que los anteriores homínidos.
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HOMO SAPIENS
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· Contextura muy parecida a la del
ser humano actual
· Frente amplia
· Su estatura
podría llegar hasta 1'80 m
· Capacidad craneal de 1600
centímetros cúbicos
· Gran
habilidad de manipulación gracias a los pulgares oponibles, que facilitan la
fabricación y uso de instrumentos.
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TAREA 3: Investigación sobre la importancia del bipedismo en el desarrollo de la evaluación humana y sus posibles conexiones con el desarrollo educativo y cultural de los seres humanos. Bipedismo y educabilidad:
El bipedismo es la capacidad de caminar sobre dos piernas manteniendo la postura erguida. Esta cualidad diferencia a los hombres de los primates y supuso un cambio fundamental en la evolución de los homínidos. El primer homínido que consiguió la cualidad del bidedismo fue el Australopithecus Afarensis.
El bipedismo tuvo una gran importancia en la vida de estos homínidos, ya que los Australopithecus consiguieron tener una mayor visibilidad y también, gracias al caminar solo con las patas traseras pudieron manipular objetos con sus manos. Esta nueva posición supuso un cambio en su fisiología.
Este suceso tuvo una gran importancia en el desarrollo de la cultura porque al poder manipular objetos, fueron capaces de realizar obras artísticas características de esta época, que son las pinturas rupestres, en las que se representaban sobre todo escenas de caza.
El bipedismo también influyó en la educación, ya que los homínidos tuvieron que enseñar a sus descendientes a utilizar correctamente las herramientas que utilizaban en esa época.
- Relación entre naturaleza humana y cultura:
El ser humano por naturaleza muestra unas tendencias que busca satisfacer, por tanto, para sobrevivir, crece y se desarrolla culturalmente para buscar lo necesario para satisfacer sus necesidades. Busca mejorar su bienestar por tanto, debe desarrollar aspectos culturales para lograrlo. Por ello, la naturaleza humana apunta a la cultura por el fin, pero ninguna cultura supone la realización completa del fin de la naturaleza.
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